Valeriana, cómo te amo!

Primero algo de información:

Valeriana officinalis, comúnmente llamada valeriana común, valeriana de las boticas o valeriana medicinal, es una herbácea perenne, perteneciente a la familia de las Valerianáceas.

Nativa de Europa y algunas partes de Asia, ha sido introducida en América del Norte. Es muy común en los bosques húmedos y al borde de corrientes de agua, desde las llanuras hasta las zonas submontañosas.

En farmacología y fitoterapia se utilizan los órganos subterráneos (rizomas, raíces y estolones) o habitualmente sus fitoextractos.

Es uno de los grandes fármacos para el equilibrio nervioso. Se usa mucho como sedante y calmante en el histerismo, manifestaciones neurasténicas (insomnio, neurosis, calambres abdominales (cólicos), hiperexcitabilidad, etc.), en las alteraciones menopáusicas y como antiespasmódico en sentido lato. (Wikipedia)

Soy un animal nocturno (y siempre digo eso recordando a Arjona y no a Felipito) y desde hace años sufro de problemas para dormir (desde mucho antes de la era Internet) por lo que mataba mis noches haciendo todo lo productivo que no hacía de día... pero eso se está acabando.

Nunca he sido de las que se automedican, por lo que intenté con el yoga, el pilates, saliendo a correr, baños de espuma, incienso, leche tibia, manzanilla, meditación trascendental y un gran etcétera, sin llegar a la solución... hasta ahora.

Siempre que leía sobre las propiedades de la Valeriana me surgía la curiosidad de probarla, pero por una u otra razón no lo hice sino hasta el mes pasado.

Todo surgió porque me hice mi primer tatuaje y estaba tan nerviosa que fui a una farmacia de estas naturistas y pregunté qué me recomendaban para ir relajada a tatuarme y el vendedor me dijo sin pensarlo: La Valeriana.

Y claro, la valeriana es lo mejor del mundo para calmar las ansias, aunque nunca pensé que me ayudaría también a dormir y a concentrarme mejor en un certamen... en fin, una maravilla.

La que compro yo es en gotitas y después de probar varias formas de prepararla, les dejo la mejor manera de prepararla según yo y consiste en: 200 a 250 cc de agua recién hervida  40 gotitas de valeriana (si es de noche) o 20 gotitas (en el día) y una bolsita de té de manzanilla.

Hoy me preparé la infusión antes de un certamen y es primera vez que me siento tan tranquila antes y durante el mismo, lo que sin dudas ayudó a la concentración.

En fin, desde hoy soy fanática número uno de la maravillosa Valeriana y la recomiendo a todas las personas que sufren de ansiedad o tienen problemas de insomnio pues no es un somnífero, sino que es un relajante y según he leído, la tensión es la principal razón por la que las personas sufren insomnio.